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LA IMPORTANCIA DE TOMAR DECISIONES: UN ENFOQUE DESDE EL COACHING

Las decisiones son el motor que impulsa nuestras vidas, son las elecciones que moldean nuestro destino y determinan la dirección que tomamos en cada paso del camino.


Un avión de papel rojo que sobre un fondo azul se desmarca de una fila de avioncitos de papel blancos.
Las decisiones son como el despegar de nosotros hacia un rumbo diferente

Por Cristina Santolaria


Desde decisiones simples como qué desayunar por la mañana hasta elecciones complejas que afectan nuestra carrera o relaciones personales, cada decisión lleva consigo una carga de responsabilidad y oportunidad. Incluso la decisión de no decidir es en sí misma una elección, una que puede tener consecuencias igualmente significativas.


Seguro que en estos mismos momentos tu mente se está debatiendo entre tomar una decisión u otra/otras, para salir de un bucle de pensamiento del que necesitas urgentemente alejarte para recobrar tranquilidad, solucionar un problema o situación complicada personal o profesional y pasar, de una vez por todas, a otra cosa. Es normal.


No solo es normal, es muy habitual que nuestra cabeza esté dando vueltas y más vueltas alrededor de algo sobre lo sabemos que tenemos que reflexionar en serio, pero nuestro cerebro se pone perezoso y no quiere trabajar en ello. A esto se le ha venido a llamar “Procrastinar”.

 

La procrastinación se refiere al acto de posponer tareas o actividades importantes en favor de otras menos prioritarias, a menudo por razones emocionales o psicológicas. En cuanto a por qué nuestro cerebro tiende a procrastinar o se vuelve perezoso para tomar decisiones, hay varios factores involucrados, y la neurociencia ofrece algunas explicaciones al respecto:

 

1.    La amígdala, una región del cerebro asociada con las emociones, puede desencadenar respuestas de estrés frente a tareas desafiantes o inciertas. Esta respuesta se debe a que nuestro cerebro, para ahorrar energía, busca evitar situaciones que percibe como amenazantes o difíciles.

 

2.    Nuestro cerebro, producto de la evolución, está cableado para buscar gratificación inmediata, y a menudo, las tareas importantes o decisiones difíciles ofrecen recompensas a largo plazo, mientras que las distracciones o actividades menos importantes ofrecen gratificación instantánea. Esto puede llevar a que nuestro cerebro (que no nuestra persona), prefiera posponer las tareas importantes en favor de actividades más placenteras en el momento.

 

3.    Tomar decisiones puede ser cognitivamente exigente y agotador para el cerebro. Cuando nos enfrentamos a decisiones difíciles o complejas, nuestro cerebro puede recurrir al camino de menor resistencia, posponiendo la decisión o evitándola por completo.

 

4.    Nuestro cerebro está constantemente bombardeado con información y distracciones, lo que puede dificultar mantener el enfoque en una tarea o decisión específica y puede que saltemos de una tarea a otra sin completar ninguna.

 

Visto lo visto, podemos decir que la dificultad para tomar decisiones pueden atribuirse a una combinación de factores emocionales, cognitivos y motivacionales que se cocinan como mecanismos cerebrales interconectados y que dan lugar a que dejemos para mañana lo que podríamos haber decidido hoy.

Según los expertos, la comprensión completa de estos fenómenos sigue siendo un área activa de investigación.


Poner foco y superar obstáculos: el papel del Coaching

A menudo, enfrentamos obstáculos que dificultan la toma de decisiones adecuadas. El miedo al fracaso, la indecisión, la falta de información y la presión externa son solo algunos de los desafíos que pueden entorpecer nuestro proceso de toma de decisiones.   

 

En este sentido, el coaching ofrece un enfoque estructurado y orientado a resultados para abordar estas piedras en el camino y ayudarnos a tomar decisiones más efectivas.


Los coaches trabajamos en colaboración con nuestros clientes para gestionar emociones relacionadas, explorar sus valores, activar sus fortalezas, identificar objetivos claros y desarrollar estrategias para alcanzarlos. Todo desde un entorno sin juicios y de confianza.

 

Desde el coaching, y a través de una serie de diálogos productivos, se utilizan una variedad de herramientas y técnicas diseñadas para reflexionar, encontrar claridad de pensamiento, identificar opciones y evaluar las posibles consecuencias de las decisiones a tomar.


A través de preguntas poderosas, reflexiones guiadas y ejercicios de visualización, los coaches capacitamos a las personas para tomar las riendas de la situación y pasar a la acción.


Al proporcionar un sistema de apoyo y rendición de cuentas, el coaching fomenta un sentido real de empoderamiento y autorresponsabilidad, lo que lleva a resultados más efectivos y satisfactorios.

 

Beneficios de tomar decisiones desde la seguridad y el equilibrio


Tomar las decisiones adecuadas fortalece nuestra confianza en nuestras habilidades y capacidades para enfrentar desafíos.


  • Las decisiones bien pensadas y fundamentadas tienden a tener resultados más positivos y duraderos.

 

  • Al tener un plan claro y tomar decisiones conscientes, reducimos la incertidumbre y la ansiedad asociada con la indecisión.

 

  • Cada decisión que tomamos es una oportunidad para aprender y crecer, lo que nos permite alcanzar nuestro máximo potencial.

 

A través del coaching, podemos desarrollar las habilidades y la mentalidad necesarias para tomar decisiones conscientes y efectivas que nos impulsen hacia nuestros objetivos.


Al invertir en nuestro desarrollo personal y profesional, podemos cosechar los beneficios de una vida en la que nuestras elecciones reflejen nuestros valores y aspiraciones más profundas.

 

Recuerda esa famosa idea:
“No eres lo que piensas, tampoco eres lo que sientes... Eres, más bien, lo que haces”.

 

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