Estas palabras son las que han estado y están presentes en mi vida como un hilo invisible que me inspira y me motiva. Su profunda significación me ha llevado a dedicarme a acompañar a muchas personas y organizaciones en sus procesos de toma de decisiones, crecimiento y evolución. 

 

Estas comunes palabras, me recuerdan que la existencia es un proceso de aceptación, compromiso y voluntad de acción para el cambio constante...Una continua representación teatral en la que siempre hay nuevos personajes, nuevos decorados, nuevas interpretaciones, nuevos públicos e infinitas oportunidades de evolución, y un aprendizaje que me recuerda la importancia de tener nuestros principios, valores y metas alineados para encontrar serenidad, ilusión y fuerza... y para caminar hacia la idea del éxito que cada cual tenemos.​ 

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Mi propósito en algo más de tres líneas:

• ​Contribuir a generar claridad de pensamiento y propiciar impulso para la acción a través de un espacio para el diálogo productivo donde se posibilite fomentar el desarrollo personal y el cambio.

• Gestionar la tensión y la ansiedad que imposibilitan el equilibrio Trabajo /Vida.

• Acompañar a las personas a encontrar su propósito alineando principios, valores, fortalezas y metas.

 

Me produce una inmensa satisfacción ver cómo se destapa y se activa ese potencial innato que tenemos, aunque a veces escondido, para crecer, conseguir un objetivo o solucionar, esquivar o amoldarse, a una situación difícil. En este infinito marco de actividad fluye mi propósito de vida.

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Provengo de una familia de artistas, de emprendedoras y emprendedores, de personas del mundo de la investigación científica, la creación literaria, la música, el sonido, las artes plásticas, el teatro, la poesía, la danza y el diseño. Esta herencia, pasión y dedicación por las humanidades y por el conocimiento me ha llevado a utilizar la intuición, la imaginación y mucha empatía como mágicos y preciados bienes para mi desarrollo profesional y personal. 

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Durante casi tres décadas, mi devenir ha girado entorno a múltiples y emocionantes cambios.  

Desde mi infancia, hasta el día de hoy,  he vivido y me he movido entre diferentes ciudades y pueblos de Bilbao, Zaragoza, Málaga, Madrid, Nueva York.... Las incontables mudanzas (a decir verdad, sí las he contado: son 26), y la adaptación a los nuevos entornos rurales y urbanos, la lejanía de los seres queridos, los reencuentros, las ilusiones y el vértigo al pensar en empezar de nuevo, varias veces, han sido una constante muy integrada en mi vida.

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Mi profesión y espíritu de coach, de emprendedora, periodista, comunicadora  y especialista en gestión y creación artística y cultural...

en diferentes medios y empresas, me ha permitido trabajar, investigar, entrevistar y conectar con todo tipo de personas y contextos, y siempre, incluso en las situaciones más complejos y absurdas, he sentido que aquéllas experiencias (buenas, maravillosas y también desagradables y dolorosas) me han aportado algo positivo. Dicen, con razón, que de todo se aprende.

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En este viaje, mis grandes aliadas: la imaginación, la creatividad, la naturaleza, las personas, las palabras, y, por supuesto, los libros... han supuesto, y suponen,  para mí una fuente inagotable de refugio, compañía, inspiración y  tranquilidad,  y me han ayudado a encontrar soluciones a problemas que parecían imposibles, mientras descubría nuevas perspectivas.​​​